viernes, 20 de diciembre de 2013

CONSTRUCCIÓN DEL EMBALSE DE L´ANGLIRU (1.570 m.) RIOSA EN 1973 - SIERRA DEL ARAMO -

CONSTRUCCIÓN DEL EMBALSE  DE L´ANGLIRU (1.570 m.)RIOSA, EN EL AÑO 1973 – SIERRA DEL ARAMO –

INTRODUCCIÓN.-

La SIERRA DEL ARAMO, es una zona de pastos de  altura de gran calidad ubicada en la zona central de Asturias, con dirección NO-SE, de 15 kilómetros cuadrados  y  cuya superficie se  reparte en proporción decreciente entre los Concejos de Quirós, Riosa y Morcín, por el orden indicado. La calidad de estos pastos ya fue reconocida  por el ingeniero D. Alfonso Dory, en la Memoria publicada en la Revista Minera Metalúrgica y de  Ingeniería en  noviembre de 1893  sobre Las Minas Prehistóricas  de Texeo (Riosa).
Es interesante  como describe el Sr. Dory, de forma magistral y gráfica el sistema de pastoreo que ya, en aquella época, se desarrollaba en la Sierra del Aramo durante la primavera y el verano y que, en la actualidad (S. XXI), se mantiene de forma idéntica  para aprovechar los pastos de montaña, que él califica de excelentes, como consecuencia de la manera en que se forma la capa de tierra vegetal que cubre la ladera de la montaña por encima de la caliza. Estas son sus palabras: “Actualmente la arcilla, formada por el légamo  (limo, barro) que acarrean las aguas, se ha depositado en las anfractuosidades (irregularidades de la caliza); la tierra vegetal, de excelentes pastos, cubre la caliza desde su base a la cúspide, los habitantes de los valles abandonan desde el principio de primavera al fin del verano los ganados en estas praderas, donde crece en abundancia la hierba larga, fina y olorosa de las grandes altitudes. Al llegar los primeros fríos, los ganaderos bajan de nuevo a los valles, la montaña se cubre con un espeso manto de nieve, que conserva a veces hasta la primavera”. En esta parte de la exposición le sale la vena poética cuando dice: “Al retintín de los cencerros sucede, en el Aramo abandonado, el fragor de la tormenta; el viento del norte barre del  océano hacia las cumbres de la montaña los negros nubarrones que en ella se condensan, y los fulgores del rayo que raja un árbol o hiende la roca iluminando a menudo la cresta de la sierra”.
       Asimismo, hace referencia a otra de las características más significativas de la Sierra del Aramo: la paisajística. Nos ofrece una panorámica de todo lo que se divisa desde el alto de la Sierra, pasando a describir los distintos valles que conforman las cuencas mineras, la zona central de Asturias, hasta llegar a línea azul del mar Cantábrico. 
No obstante la  reconocida calidad de los pastos,  casi  ningún año  podían ser aprovechados   en su totalidad, como consecuencia de la falta de agua, que obligaba a bajar el ganado antes de terminar la temporada de pastos. De hecho ya en agosto 1941 el Ayuntamiento de Riosa, con el Alcalde Julio Alvarez Villanueva,  se instruyó expediente para la Reforma y Ampliación del Lago “Anglero” en el Puerto del Aramo
Igualmente se hizo con el "Lago de Robles".

En las fotos que aparecen a a continuación se puede ver el expediente  de reparación  del "Lago del Anglero" en el año 1941.









Sin embargo las obras llevadas cabo, sobre todo, eran obras parciales,  que nunca afectaron a la totalidad de los lagos.
Si bien, en la parte alta de la Sierra, la escasez de agua es manifiesta, en la ladera riosana, el agua fluye con abundancia desde el sur  hasta el norte: En Rioseco, en los Gueyos del río Llamo, En los Gueyos del Río Code, en Fuente La Piedra, Fuente  Mayo, Fuentes Sordes etc. El agua es abundante y de calidad, hasta el punto que existen captaciones  tanto en Llamo, como en Code, como en Fuentes Sordes, para suministrar agua a la capital del Principado desde el último cuarto del siglo XIX. Eso sí, sin pagar un céntimo a nuestro Concejo, escudándose en que el agua es pública.
Por encima de los 1.000 m.  el agua prácticamente desaparece y solamente  queda el agua procedente del deshielo y las fuertes lluvias que, de cuando en cuando  se producen en la Sierra y que se acumula en determinados puntos: L´Angliru, Robles, Llazarandín y Abeduríu, en la parte riosana; Veneros, Cueva, La Barrera y  Fompedrín, en la zona quirosana; por último, el llagu del  Tollo La Veguellina, en Morcín.
Esta  escasez de agua  de las zonas altas hacía que el ganado tuviera que abandonar los pastos antes de finalizar la campaña cuando podrían permanecer un mes o dos más.

EJECUCIÓN DE LA OBRA Y REPORTAJE FOTOGRÁFICO.-

La situación preocupaba a los ganaderos y a los distintos Alcaldes que  se iban sucediendo en la  Alcaldía del Ayuntamiento de Riosa, hasta que, en el año 1973, el Alcalde Silvino Sariego Muñiz, al que Riosa nunca debería dejar en el olvido y colocarlo en el lugar que realmente se merece, se puso en contacto con el ICONA  (Instituto para la Conservación de la Naturaleza), administrador de los Montes de Utilidad Pública de propiedad municipal, concretamente  del denominado “Puertos Guariza y La Segadas, nº 264 del Catálogo Provincial, que coincide con la parte riosana de La Sierra del Aramo, con la finalidad de que financiara la CONSTRUCCIÓN DEL EMBALSE  DE L´ANGLIRU y así resolver un problema de gran importancia para los ganaderos. Si bien inicialmente no logró su propósito, si consiguió que el ICONA colaborase en el proyecto.

Embalse de L´Angliru: setiembre-octubre de 1973. Las obras en plena ejecución:


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Haciendo un inciso en nuestro relato, queremos destacar la labor desarrollada por este Alcalde. Durante su mandato se hicieron las principales obras de infraestructura del Concejo:
a) Carreteras a todos los pueblos importantes de Riosa (La Juncar, Las Llanas, Villamer, Muriellos, Doñajuande, Porció, La Cantera-Llamo, El Cabornín.
b) Construcción de las redes  generales de suministro de agua potable  (desde  Fuentes Sordes a Villamer y desde La Extremaera hasta La Vega), con construcción de depósitos en cada uno de los pueblos; destacan los de La Vega y La Ará con capacidad para doscientos veinticinco mil litros de agua, respectivamente. Los  pueblos más importantes fueron dotados con depósitos con capacidad para 25.000 litros, como los de Villamer y La Juncar.
 c) Redes de distribución del agua en cada uno de los pueblos de Riosa. Y, también, construcción de la red general y distribución de los pueblos del Cordal (La Vara, Cantu La Vara, El Cantu, El Praulorto).
 d) Los redes de  saneamiento de todos los pueblos importantes de Riosa.
 e) Lavaderos públicos (Villamer, La Juncar, Llamo), que completaban los construidos por el Ayuntamiento de Oviedo en el primer cuarto del siglo XX, como compensación de las captaciones de agua en nuestro Concejo  para suministrar a la capital.
 f) Luz eléctrica a todos los pueblos.
 g) Teléfono  a los pueblos más importantes.
  h) Escuelas públicas en los pueblos de Llamo, La Cantera, Felguera, Muriellos, Grandiella, Doñajuande, La Vara.
 i) Construcción del Colegio Público viejo de La Ará.
 j) Construcción de un edificio de 14 viviendas para los  maestros en La Ará.
 k) Compra a ENSIDESA del Pinar de Porció (18 hectáreas), donde  ahora ha sido construido Un Hotel Rural Municipal y otras obras accesorias.
l) Compra a ENSIDESA  de 33.000 metros cuadrados en La Ará, donde ahora está construido El Colegio Público nuevo, Las viviendas adyacentes al Colegio, El Campo de fútbol, La Piscina, El Polideportivo, el parque y los terrenos en El Raucán (donde inicialmente estuvo ubicado el basurero).
 ll) La Segunda fase  de las viviendas de La Ará (200 viviendas).La primera fase se hizo bajo el mandato del Alcalde  Luis Sariego.
 m) Construcción de 116 viviendas en Nijeres.
 n) Construcción del Cuartel de la Guardia Civil en La Vega.
 o) Construcción  del embalse de L´Angliru.
 p) Multitud de obras menores, lavaderos, abrevaderos, etc.
 q) Deslinde de los Montes de Utilidad Pública del Concejo, de titularidad municipal: La Foz nº 262 del Catálogo, (Campa Braña....), La Gallina, nº263 del Catálogo y Puertos Guariza y La Segadas, nº 264 del Catálogo (Sierra del Aramo), así como el amojonamiento total  de este último.
Retomando el hilo de nuestra exposición, el Ayuntamiento de Riosa, en aquel momento, no disponía de una economía muy boyante como consecuencia de la reciente adquisición de los 33.000 metros cuadrados  de terreno en La Ará y El Pinar de Porció (18 hectáreas), por lo que buscó el apoyo de los ganaderos. Y los ganaderos  demostraron su generosidad  volcándose en cuerpo y alma en la tarea. El Alcalde pensaba que si se lograba culminar esta obra, seguirían los otros puntos  vitales  para los ganaderos (Llagu de Robles, Llagu de Llazarandín y Abeduriu). El tiempo le daría la razón y hoy existe una autentica red  de embalses  en  los puntos indicados. Ejemplo que siguieron, después, los Municipios  de Quirós (Cueva, La Barrera, Fompedrín) y Morcín (Llagu del Tollo La Veguellina).
La construcción  del EMBALSE DE L´ANGLIRU no fue tarea fácil, eran muchos y graves los  problemas a que había que enfrentarse. En primer lugar, NO HABÍA CARRETERA O PISTA ALGUNA, que facilitara el transporte de materiales. Todo  había que transportarlo a lomos de caballerías y mulos desde el pueblo de Grandiella, teniendo que subir desde los 600 m. hasta los 1.570 m. del Llagu del Angliru a través  de senderos, por los que, la mayor parte de los caballos, no podían subir nada más que un saco de cemento, solamente los mulos contratados podían transportar el doble. La intendencia era fundamental en este proyecto. Al final, después de varias reuniones entre Ayuntamiento, ICONA y ganaderos, se dio el visto bueno al proyecto. La obra sería ejecutada por un grupo de ganaderos, a cuyo frente como jefe de obras estaba el albañil, Daniel Alvarez Vázquez, bajo la dirección de los Ingenieros del ICONA; el Ayuntamiento  se encargaría de coordinar el transporte y la intendencia, haciéndose cargo del resto de materiales que no pudieran abonarse con las aportaciones económicas de los ganaderos y del ICONA. La Obra se llevó a cabo durante los meses de setiembre- octubre de 1973 y se ejecutó en el tiempo record de un mes, teniendo en cuenta las circunstancias adversas en que se se realizaba. Se eligió esta fecha para permitir que el ganado pudiese prácticamente agotar la temporada de pastos, pero esto también  era otra dificultad más añadida, dado que el  tiempo en el otoño siempre fue muy variable y podía entorpecer la realización de la obra. De hecho así fue, tuvieron que enfrentarse alguna ventisca de nieve que estuvo a punto de llevarles las lonas que cubrían el techo de la tienda.
Se construyó una amplia tienda con estructura de troncos y cubierta de lonas alquiladas  a la RENFE, que contaba con dos departamentos, uno en el que dormían los 14 ganaderos (casi en su totalidad jubilados de la mina), encargados de la ejecución de la obra y otro, donde estaba instalada la cocina y la despensa. Al frente de la cocina estaba Amado Martínez Fernández, de Doñajuande (había sido cocinero en la guerra civil). Como encargado del suministro  de alimentos y útiles necesarios, estaba Severino González Vázquez (Fabariega), de La Juncar. Hacía el recorrido diario entre Grandiella (600 m.) y El Angliru (1.570 m.) con su macho llamado "Trapero" – todavía no había carretera de Porció a Viapará -; también  cada dos o tres días suministraba el agua potable, para cual tenía que ir  hasta Cobayo de Quirós. La única comunicación con el exterior era a través del transistor y de las noticias que diariamente traía Fabariega. Durante el mes que duró la obra, estos catorce obreros tuvieron que soportar muchas penalidades, hasta una ventisca de nieve y viento que a punto estuvo de llevarse las lonas de la tienda, teniendo que asegurarlas en plena tormenta.
        Aparte de estos catorce obreros, que  percibían un salario, esporádicamente, otros ganaderos colaboraban desinteresadamente con algún jornal en la construcción del embalse.
        Como decíamos, el cemento, las tablas para el encofrado, el hierro etc, tenía que ser transportado a lomos de caballerías o mulos desde Grandiella, en total 335 sacos de cemento. De estos, 244 sacos, fueron transportados por los ganaderos con sus caballerías, el resto, 91 sacos, fueron transportados por arrieros contratados por el Ayuntamiento de Riosa a Joaquín García Muñiz a quien acompañaba uno de sus obreros llamado Ernesto.  La arena  que se utilizaba en la obra era extraída en las vetas que había entre la caliza en La Espinera y en las inmediaciones del propio Embalse.
DATOS ECONÓMICOS DE LA OBRA
Aportaciones económicas de los ganaderos y colaboradores …… 269.725 pts.
Aportación del ICONA ………………………………………………………………...  163.818 pts.
                                                        TOTAL ………………………. 433.543 pts.
Otras aportaciones:
Ayuntamiento de Riosa portes de 91 sacos de cemento trans-
portados por  Joaquín García Muñiz y uno de sus obreros llamado
 Ernesto Ferreira Lema, desde Grandiella, a razón de 325 pts.
 Saco……………… ..................................................................  29.575 pts.
El Ayuntamiento de Riosa también pagó la manutención
 de 14 obreros durante  un mes, tiempo que duró la obra.
La nómina de jornales de los catorce obreros durante los meses
de setiembre y octubre de 1973 ascendió a …………………………….  222.900 pts.

     De esta gesta,  así se puede calificar la construcción de este embalse,  se hizo eco el periódico  “La Nueva España”, en el suplemento dominical del diario correspondiente al día 21 de octubre de 1973, en un artículo de Carlos A. Barbao, utilizando fotos de José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Otoño de 1973. Construcción Llagu L´Angliru (Riosa). Sierra del Aramo.
En la foto están los que, en condiciones difíciles, hicieron la obra. Falta alguno más como Daniel Álvarez Vázquez, Paulino Martínez, Herminio .. 
De izquierda a derecha: Manolo Carrilón, Julio, Rodrigo (Rigo) El Cabornín, Francisco (Quico) Doñaxuande, Alfredo, Senén de La Xuncar, Comuñes, Fabariega La Xuncar, Tino Ablaneo, Amador de Les Gateres, Armando Cereceo, Vicente Les Gateres, Amado de Doñaxuande ( el cocinero del grupo y Ovidio ( el más joven de la cuadrilla junto con Herminio). La obra se hizo cuando no había carretera y era necesario pernoctar, en una rústica tienda de lonas y troncos, a pie de obra.



El 28 de octubre de 1973, el diario "La Nueva España", nuevamente  se hace eco de esta obra, concretamente de su terminación, tal como podéis ver a continuación:


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Esta es la foto que utilizó el diario "La Nueva España" para encabezar el artículo.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

También disponemos de algunas fotos, unas en blanco y negro y otras en color que, aunque no tengan la calidad que deseáramos, nos sirven como testimonio de la obra realizada:

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Vista general de L´Angliru, con la tienda de los obreros, el llagu, con los obreros en plena actividad y los machos  de Joaquín García Muñiz, contratados  por el Ayuntamiento para subir  91 sacos de cemento. El resto, 244 sacos, fueron subidos gratuitamente por los ganaderos. Al fondo El Picu Gamonal.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

En esta foto se puede ver parte de los muros ya construidos y el encofrado del muro principal en su parte superior.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

En esta otra, sacada después de terminar la obra, cuando se efectuaron las tareas de limpieza del fondo, se aprecia la perfección y calidad de los muros construidos.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Esta rampa fue construida para dar salida a cualquier animal que pudiera caer al agua. En la foto aparece Daniel Alvarez Vázquez, jefe de obra y Gil de Doñaxuande.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Aparte de los muros, se construyó un cierre perimetral de piedra para evitar que el ganado cayera al embalse

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Detalle del muro principal.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Detalle del muro perimetral construido para evitar que el ganado cayera al embalse.



Foto: José Luis Cabo Sariego.

Encofrando la parte superior del muro principal del embalse.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Detalle del muro que mira al Cantu L´Angliru

Foto: José Luis Cabo Sariego.

En plena ejecución de la obra.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Por la mañana, en los días soleados, ponían  las colchonetas y las mantas al sol para ventilarlas.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Manolo El Carrilón y Comuñes de Felguera y Rigo el del Cabornín, con su pipa, tomado un tentempié

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Fabariega,  el de la Xuncar, comiendo en la cocina de la tienda.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Amado, el cocinero, comiendo con Fabariega, dentro de la cocina de la tienda.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Detalle de los muros y rampa de emergencia.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

 Detalle muro principal por el interior.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

 Detalle muro principal por el interior.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

 Concluida la obra, se llevó a cabo la limpieza del fondo mediante "sextaferia", a la que acudieron más de sesenta personas.

Foto: José Luis Cabo Sariego.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Detalle de  la rampa de emergencia, para el caso de que cayera alguna res.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

 Otro detalle de fortaleza de los muros construidos.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Muradal de cierre exterior.

Foto: José Luis Cabo Sariego.


Foto: José Luis Cabo Sariego.


Foto: José Luis Cabo Sariego.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Tienda que albergaba  a los trabajadores. Tenía dos departamentos, uno  destinado a dormitorio y el otro a cocina.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Ovidio Vázquez Álvarez, el obrero más joven (16 años), transportando arena.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Senén García González, de  La Xuncar y otro compañero, sacando arena de una de las vetas entre la caliza.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Francisco Otero Díaz, Quico el de Doñaxuande, transportando arena con el carretillo.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Amado Martínez Fernández, de Doñaxuande, el cocinero, preparando la comida.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Detalle de la cocina.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Joaquín García Muñiz acaba de llegar con una carga de cemento  y repone fuerzas en la tienda.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Severino González Vázquez (Fabariega), acaba de llegar con el agua desde Cobayos de Quirós. Con él, Joaquín García Muñiz, Francisco Otero Díaz, Quico el de Doñaxuande, Ernesto Ferreira Lema, el arriero y  Ovidio Vázquez Alvarez.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Abrevadero de L´Angliru, antes de ser ampliado.



Embalse de L´Angliru, cuando la obra ya estaba bastante avanzada.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

El arriero, Ernesto Ferreira Lema, dando de beber a los machos.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Armando Alvarez González, de Cereceo; Julio Muñiz Fernández, de Grandiella;  Rodrigo Otero Alvarez, 
Rigo el Cabornín y Vicente Muñiz Vázquez de Les Gateres. En primer plano el perro llamado 
“moro” que les acompañó durante el tiempo que duró la obra.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

El “moro”, así se llamaba el fiel perro guardián que acompañó a los obreros durante el mes que duró 
la obra de L´Angliru.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Croquis de la obra realizado por Sergio Álvarez Vázquez

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Nóminas de jornales de los catorce obreros  durante los meses de setiembre y octubre de 1973. El importe del jornal diario era de 600 pts.





Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Antes de ejecutar la obra, el ganado se introducía dentro del llagu, por lo que el fondo estaba lleno de cucho, de ahí que fuera  necesario realizar la limpieza para que el agua estuviera lo más limpia posible. A tal fin se organizó una Sextaferia  a la que concurrió gran número de gente.
En esta foto y en las siguientes  se puede comprobar lo dicho.


Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Después del trabajo es necesario reponer fuerzas. En la foto Luis Zamora Muñiz, de La Vega; 
Jesús Álvarez Vázquez (Chus) de Ablaneo Y Ginés Cabo Fernández (Gin), de La Xuncar.





Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Al año siguiente (1974), en pleno deshielo de primavera, así podíamos contemplar  
el llagu L´Angliru: totalmente lleno.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Foto: José Luis Cabo Sariego.

Al año siguiente, en la primavera de 1974, el Llagu de L´Angliru se llenó  por completo con el agua
 procedente del deshielo.


(la foto fue sacada con disparador automático)


 En octubre de 1973 se finalizó la obra de construcción del Llagu L´Angliru (Riosa). Aún faltaban varios años para que hubiera carretera. La obra se realizó siendo Alcalde D. Silvino Sariego Muñiz, y en ella tuvieron una participación muy activa los ganaderos. Al año siguiente, como se ve en esta foto del mes de Junio de 1974, una comisión municipal, integrada por el nuevo Alcalde, D. Avelino Pérez González; el primer teniente de Alcalde, D. Carlos Martínez Vázquez; el Concejal D. Paulino Martínez Vázquez; el Encargado de Obras del Ayuntamiento, D. Julio Muñiz Fernández y El Secretario, D. José Luis Cabo Sariego, realizo una visita de inspección, comprobando in situ los buenos resultados de la obra realizada. El llagu estaba lleno, a punto de rebosar.

    MEJORAS POSTERIORES.-

 Posteriormente, la construcción de la carretera  hasta L´Angliru, en el mandato del Alcalde D. Alfredo Alvarez Espina, hizo que, el fácil acceso, contribuyera a que esta zona se recargara de  ganado, a pesar de haberse construido ya el Embalse de Robles, La construcción de embalse de L´Angliru sirvió de acicate  para que,posteriormente, se llevasen a cabo las obras de los llagos de Llazarandín y Abeduriu para volver a restablecer la proporción en el reparto del ganado, no obstante, el  que, ni Robles, ni Llazarandín, ni Abeduriu, contasen con carretera, hizo que la mayor carga de ganado siempre la tuviera L´Angliru.
      El hecho de que  los muros y el fondo del llagu no fuesen  impermeabilizados y, también,  el lecho de rocas que hay en alguna zona del mismo, hacía que parte del agua embalsada se fugase, mermando así la capacidad del mismo.
     Este problema se solucionó, en parte, en la época del Alcalde D. Alfredo Alvarez Espina. Y se hizo de manera indirecta. El Ayuntamiento de Oviedo, había construido, con la oposición del Ayuntamiento de Riosa, un túnel de siete metros cuadrados de boca y una longitud de cuatro kilómetros por la ladera de la Sierra del Aramo, desde el Embalse de Arroxines hasta el Concejo de Morcín con el fin de llevar el agua hasta el EMBALSE DE LOS ALFILORIOS. Este túnel tenía y tiene un único fin: llevar más agua de la que legalmente le correspondía por las concesiones del último cuarto del siglo XIX y primer cuarto del siglo XX,(115 litros por segundo de los manantiales de Felguerua, Maderada y  Arrojines del Code, 25 litros por segundo de Fuentes Sordas y 77 litros por segundo de los manantiales del Llamo) obtenidas también con la oposición del Ayuntamiento de Riosa). No prosperando las reclamaciones ante los tribunales – como también había ocurrido en el siglo pasado-, la Administración,  otorgó a Riosa algunas “compensaciones” , si es que se puede llamar así – para nosotros limosnas – reconociendo así de forma encubierta los perjuicios ocasionados al Concejo de Riosa (El río Riosa, al perder el aporte fundamental del agua procedente del Code, bajaba y baja prácticamente seco en época de estío). Tomaron el ejemplo de las compensaciones realizadas en el siglo pasado (lavaderos y fuentes publicas…). Pues bien, una de las compensaciones concedidas fue  la de  construir un red  para bombear agua desde la boca norte del túnel, hasta el Llagu de L´Angliru, de esta forma cuando el nivel del embalse era bajo, se suministraba el agua necesaria. No obstante, a pesar de ser un hecho importante, ya que permite al ganado  permanecer más tiempo en los pastos de altura, la ejecución de este proceso es harto costoso, ya que el mantenimiento del servicio (red, bombas, suministro eléctrico, gasoil …), corre a cargo del Ayuntamiento de Riosa. Ni siquiera fueron capaces de hacerse cargo de este servicio a pesar de la insistencia del Ayuntamiento de Riosa, alegando escasez de medios económicos.

EPÍLOGO.-

    Como colofón, podemos decir que la construcción del embalse de L´Angliru, en las duras condiciones en que se llevó a cabo, fue una autentica hazaña, en la que debe  destacarse la actuación de los ganaderos ya que, sin su colaboración y entrega la obra  dudo que se hubiera ejecutado, al menos aquel año. Por otra parte  fue el ejemplo que se necesitaba para que se activasen las obras  de los restantes llagos riosanos en La Sierra del Aramo: Llagos de Robles, Llazarandín y Aveduriu. Con la red de embalses  actualmente existentes en la parte de la Sierra del Aramo que pertenece a Riosa, los ganaderos tienen garantizado que sus reses puedan permanecer en los pastos de altura hasta el último día de la campaña de pastos, y, si tienen que abandonarlos, será por el agotamiento de los pastos pero, nunca, por falta de agua como antaño se producía.              




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